Estás tumbado en el sofá, compartiendo un porro con tus amigos, cuando de repente lo sientes: tienes mucha, mucha hambre. A pesar de que acabas de comer, no puedes evitar la tentación de abrir esa bolsa de patatas y comértelas completas.
No te lo estás imaginando, ni inventando. Los compuestos químicos de la marihuana reaccionan con el cerebro para aumentar el apetito, creando lo que comúnmente se conoce como “los munchies”.
Todo está conectado al sistema endocannabinoide (SEC) del cuerpo, que ayuda a regular el cerebro, el sistema inmunológico, la función sexual, el metabolismo y el estado de ánimo.
La explicación científica
Podríamos ver el SEC como una serie de cerraduras, y el THC, el compuesto químico principal de la marihuana que causa la sensación de estar colocado, sería como una llave. Entonces al consumir marihuana, el THC enciende el motor de nuestras células y les envía una serie de señales. Una de esas cosas es aumentar el apetito ??️
Si alguna vez has consumido cannabis, probablemente puedas identificarte con esto: además de la sensación de euforia, el apetito tiende a aumentar.
El efecto de los munchies es causado específicamente por el THC en los receptores de la bulbos olfatorios de tu cerebro, que es parte de cómo hueles, saboreas y sientes la comida. Entonces, cuando el THC se une a esos receptores, hace que la comida huela y sepa mejor, lo que es parte del fenómeno munchies ?
Las investigaciones sugieren que el THC interactúa con la grelina, una hormona secretada por el estómago que estimula el apetito. Este efecto puede ser beneficioso para personas que tienen problemas para comer debido a enfermedades o tratamientos médicos que disminuyen el apetito, ya que naturalmente generan el deseo de volver a comer.
¿Y los comestibles?
Te estarás preguntando; ¿comer un comestible cambia la forma en que te pegan los munchies? En realidad puedes experimentar los munchies tanto si te fumas un porro como si comes un comestible.
El THC que se encuentra en el cannabis se absorberá en el cuerpo tanto si lo fumas como si lo comes.
Sin embargo si quieres evitar los munchies por razones de salud, lo mejor es fumarte un porro cuando ya estés lleno. Si ingieres un comestible después de una comida completa, el efecto será menos intenso.
¿Los munchies afectan la salud?
La estimulación del apetito por la marihuana podría llegar a ser el futuro de la medicina. Aunque algunas personas lo ven como un problema porque no necesariamente quieres comer más calorías de las que necesitas, otras personas que necesitan aumentar su apetito por razones médicas, lo ven como una medicina realmente poderosa.
Sin embargo, según algunos estudios los humanos tenemos un deseo natural de comer comida alta en calorías ?, y aunque algunos evitan ganar peso con los snacks de la noche, tal vez no tengas nada de que preocuparte: se cree que después de un ataque de munchies, la mayoría de las personas no comerá durante un período prolongado.
Una de las paradojas del cannabis es que los fumadores de hierba generalmente tienen un índice de masa corporal (IMC) más bajo y tienen menos riesgo de diabetes. Y para mantenerlo así debemos elegir bien los munchies.
Snacks saludables para los munchies
¿Cómo podemos satisfacer nuestra hambre sin poner en riesgo nuestra salud? Los consumidores y expertos en salud afirman que en cuanto a los snacks, una combinación de frutas, vegetales crudos, nueces, semillas y lácteos bajos en grasa es lo mejor ?
Estos son algunos de los snacks más recomendables:
- Plátanos
- Zanahorias
- Apio
- Palitos de queso
- Frutas, nueces y chocolate negro
- Manzanas con mantequilla de maní
- Granola
- Yogur griego
- Mantequilla de maní
- Palomitas de maíz
- Batidos de frutas
Si nuestro cerebro nos está pidiendo comida, lo mejor es que le hagamos caso. La clave está en hacerlo con los alimentos adecuados. Pero a veces, queremos esas meriendas llenas de calorías vacías, azúcar o grasa, y afortunadamente hay varias opciones para considerar.
Cuando alguien tiene un antojo de algo dulce, se recomiendan snacks saludables como la miel y las frutas, beber agua con gas y comer alimentos ricos en proteínas y fibras, que pueden ayudar a mantenerte lleno y reducir los antojos.
Si estás picoteando o comiendo una comida no tan saludable, como unas botanas o patatas, combínalas con algo más beneficioso, como un palito de queso o un yogur griego, notarás que comerás menos porque te llenarás más rápido.
¿Se puede controlar los munchies?
En cuanto a controlar el hambre después de fumar un porrito, si no quieres estar pensando en comida todo el tiempo, puedes distraerte con otras actividades, como ir a caminar, hacer deportes o juegos que mantengan tu mente ocupada en otras cosas. Así no estarás pensando en comer todo el rato.
Aquí te dejamos unos trucos para que no te des un atracón de comida después de fumar hierba, o para que los munchies no te afecten tanto.
- Come en horarios fijos: establece tus horarios de comida, incluso los snacks saludables. Esto te ayudará a mantenerte satisfecho y evitar que te dé hambre de más cuando fumes.
- Mantén tu mente ocupada: haz algo que te mantenga entretenido, como ordenar tu casa, pensar en proyectos nuevos, o ver una serie desde el principio.
- Lávate los dientes: fespués de fumar, lávate los dientes. El sabor de la pasta dental te hará olvidar la idea de comer algo más. Además, los sabores no saben igual con tu aliento fresco.
- Prueba con otros tipos de marihuana: los munchies dependen mucho del tipo de hierba que fumes. Las variedades con alto contenido de CBD y bajo THC te ayudarán a controlar los munchies, así que prueba con esas.
Conclusiones
La manera más fácil de explicar cómo el cannabis afecta a nuestro apetito es que ayuda al cerebro a asegurarse de que comamos y sobrevivamos. El cerebro solo tiene dos trabajos: la supervivencia y la reproducción, y ambas son imposibles sin comer.
Si te preocupa aumentar de peso por los munchies, es recomendable tener a mano opciones de snacks saludables: palomitas de maíz, palitos de verduras con hummus, galletas integrales con una salsa baja en grasas, o tortillas de maíz para calmar el hambre sin ingerir demasiado azúcar y calorías.