Para algunas personas hacer un cultivo de marihuana en exterior es la opción más sencilla, principalmente porque pueden aprovechar el sol y el agua que brinda la Madre Naturaleza para que las plantas puedan tener su ciclo de vida. Para ayudarte a hacer exitosamente un cultivo de marihuana en exterior, en My Legalize hemos recopilado los cuidados esenciales que debes tener con este tipo de cultivo.
El cultivo de marihuana en exterior es una práctica que tiene miles de años en el juego, pero antes de poner una semilla en el suelo, debes saber cómo funciona el proceso y cómo aprovechar al máximo los regalos de la Madre Naturaleza.
La mayoría de consumidores de cannabis prefieren la maría cultivada en exteriores bajo la luz natural del sol ya que es el factor que crea una variedad única de cannabinoides y terpenos, algo que la luz artificial no puede crear al mismo nivel.
Beneficios de un cultivo de marihuana en exterior
- Bajos costos: al confiar en la luz del sol no necesitamos gastar dinero en luces artificiales. Solo necesitarás un poco de tierra, fertilizante, semillas y tal vez un pequeño invernadero para comenzar. Te ahorrarás el costo de pagar extra en electricidad por las luces, unidades de aire acondicionado o ventiladores y deshumidificadores.
- Mayor rendimiento: al cultivar en exterior el cielo es el límite, puedes dejar que crezcan cuan grandes y altas desees, mientras siga siendo manejable. Una planta puede ofrecer entre media libra y una libra completa de maría, mientras que en interior te limitas un poco más.
- Amigable con el ambiente: los cultivos interiores pueden consumir demasiada electricidad por las luces, ventiladores y otros equipos necesarios. ¡El sol y el viento es gratis!
- Un hobbie diferente y relajante: No podemos desestimar el valor terapéutico de cultivar y pasar tiempo al aire libre relajándonos y ensuciándonos las manos en la tierra. Dicen que no existe nada mejor que fumar algo que tu mismo cultivaste.
La mejor época de siembra
Aunque existen muchas dudas sobre cuándo empezar a hacer el cultivo de marihuana en exterior, es un hecho que la mejor temporada es la primavera, la estación en la que nos despedimos del frío y poco a poco suben las temperaturas.
Ten en cuenta que las plantas de marihuana no toleran el frío, entonces lo recomendable es empezar a cultivar cuando las noches dejen de ser heladas. Por ejemplo: plantamos en marzo-abril y cosechamos en septiembre-octubre.
Algunas personas comienzan a germinar sus semillas en interior en un ambiente cálido y controlado semanas o meses antes del cultivo, de modo que las plantas tengan más tiempo para crecer y se hagan fuertes al trasplantarse en la primavera.
Consejo: si la temperatura exterior es de menos de 10°C es preferible esperar un poco más para plantar.
Ahora veremos cuales son algunas de las consideraciones más importantes que se debes tener en cuenta antes de montar el cultivo de marihuana en exterior:
Conoce el clima de tu área
Es crucial entender el clima del área en que vamos a montar el cultivo de marihuana en exterior. El cannabis puede adaptarse a diferentes condiciones, pero puede ser susceptible a temperaturas extremas.
Las temperaturas que superan los 30°C pueden causar que las plantas dejen de crecer, mientras que las temperaturas por debajo de 12°C pueden causar daños y retraso en el crecimiento de las plantas, incluso que se marchiten.
De la misma manera, las fuertes lluvias y vientos también pueden causar daños físicos a las plantas y reducir su rendimiento, además la humedad excesiva puede generar moho, especialmente durante la fase de floración.
- Cultivar a bajas temperaturas: las plantas de marihuana prefieren los climas entre 15°C y 23°C, ya que todas las temperaturas por debajo de 10°C pueden retrasar el crecimiento de las plantas e incluso congelarlas.
- Cultivar a altas temperaturas: las temperaturas entre 23°C y 29°C están en el máximo nivel al que deberían llegar las plantas de marihuana. Cualquier temperatura sobre 30°C puede afectar negativamente las plantas y hacer que se marchiten. Cuando hace mucho calor, las plantas necesitan mucha más agua de lo normal.
Escoge el espacio adecuado
La siguiente decisión que debes tomar es donde crecerán las plantas. Las plantas de cannabis necesitan suficiente luz solar, un espacio que no esté a la sombra de árboles o edificaciones y donde reciba un viento suave que ayude a prevenir moho y hongos, pero tampoco puede recibir demasiado viento o la planta se dañará.
Las plantas de marihuana necesitan luz solar directa y completa por lo menos 6 horas al día, y aunque tengas un patio en casa no necesariamente quiere decir que es el espacio adecuado, debes asegurarte de que tenga suficiente luz al día. Deben recibir toda la luz directa del sol posible, idealmente a medio día cuando la calidad de la luz es la mejor.
Conforme cambie la estación y se acerque el otoño, tus plantas recibirán cada vez menos luz solar en el día, lo que puede afectar la fase de floración.
En cuanto al viento, debemos asegurarnos de que reciba un viento suave constantemente, especialmente si están llegando a los límites de las altas temperaturas. Sin embargo, si vives en una zona con vientos fuertes puedes considerar sembrar cerca de algo que la proteja del viento, como un muro o grandes arbustos.
También debemos tener en cuenta la privacidad y seguridad. Muchas personas prefieren cubrir sus jardines para evitar ser juzgados por los vecinos o ser robados por la noche. Las cercas altas o los grandes arbustos son la mejor opción, a menos que vivas en una zona alejada. Sin embargo, dependiendo tu país o ciudad, algunas leyes solicitan que mantengas el cannabis oculto, incluso en el patio de tu casa.
Por último, en cuanto a los tipos de espacios para cultivar encontramos que algunos cultivadores siembran en en contenedores en sus balcones o techos protegidos de la vista, otros construyen pequeñas jaulas para alejar a los ladrones y animales. Independiente de lo que decidas, debes considerar qué tan grande quieres que crezca tu planta: algunas pueden crecer hasta 3 metros o más. También puedes optar entre:
- Una parcela en el jardín: es el espacio más común para un cultivo de marihuana en exterior, algunas personas incluso plantan el cannabis al lado de sus vegetales.
- Un balcón: puede ser un espacio adecuado si recibe suficiente luz y viento en el día, especialmente si mira al sur. Sin embargo recuerda cubrir el balcón de los vecinos indiscretos.
- Una azotea: puede ser un espacio ideal para recibir sol pero puede tener demasiado viento.
Escoger el sustrato correcto
El sustrato, en un nivel básico, se define como la capa externa de la tierra en la que crecen la plantas – una mezcla entre restos orgánicos, arcilla y partículas de rocas. Las plantas de cannabis son exitosas en sustratos ricos en materia orgánica, pero necesitan un buen drenaje.
La mayoría de cultivadores de marihuana cavan un hoyo y le ponen tierra fresca a la planta, o siembran sus semillas en macetas, esto les permite tener un mejor y mayor control del cultivo y de la cantidad de nutrientes que las plantas necesitan.
También puedes plantar directamente en el suelo aprovechando la tierra pre-existente, pero necesitarás entender la composición del suelo y trabajarlo correctamente. Si escoges esta ruta es recomendable testearlo para evitar problemas más adelante, es fácil y relativamente económico. Un test del sustrato te dirá la composición general, el pH, y los contaminantes presentes, además te recomendará materiales y fertilizantes que modificarán el suelo.
La tierra tiene tres consistencias básicas en diferentes proporciones:
- Arcilla
- Arena
- Limo
La tierra también varía en: niveles de pH, retención del agua, textura, nutrientes y drenaje.
¿Cómo escoger la tierra para el cultivo de marihuana en exterior? Para los que cultivan por primera vez recomendamos comprar una tierra para macetas de calidad que le proporcione los nutrientes suficientes para que pasen la mayor parte del ciclo de crecimiento sin tener que agregar nutrientes extra. Este suelo pre-fertilizado o “super suelo” es conocido por ayudar a cultivar las plantas de cannabis de principio a fin sin necesidad de nutrientes extra.
Entendemos que salir a comprar sustrato puede ser complicado, y te puedes sentir abrumado por las opciones disponibles. Solo recuerda mirar los nutrientes, microorganismos, y otras enmiendas que mejoran el suelo.
El tipo de maceta
Es posible que necesites ubicar tus plantas en contendedores si no tienes un suelo adecuado. Además, no necesitarás cavar hoyos y enmendar el suelo. En ocasiones los contenedores suelen ser la única forma de cultivar tu propio cannabis al aire libre, en la terraza, patio, techo o muchos otros lugares, y si es necesario moverlas en el día para que reciban más sol o protegerlas del viento es mucho más sencillo.
Sin embargo, las plantas que crecen en macetas suelen ser más pequeñas que las que se plantan en el suelo ya que el crecimiento de sus raíces está restringido al tamaño del contenedor. En pocas palabras, el tamaño del espacio que tenga disponible la planta determinará el tamaño de la misma.
Para saber el tamaño de la maceta que necesitas, generalmente una de 5 galones es un buen tamaño para plantas pequeñas-medianas en exterior, y una de 10 galones para plantas grandes. Independientemente del tamaño, tendrás que proteger las raíces de las plantas del calentamiento en clima cálido, ya que se podría calentar rápidamente con la luz solar directa y limitar el crecimiento de las plantas, así que asegúrate de darle sobre a las macetas cuando el sol está muy alto.
Germinando la semilla
Lo más recomendable es germinarlas y mantener los planteles en el interior sin ningún tipo de iluminación artificial, ya que germinan a oscuras, por ejemplo: las plántulas pueden desarrollarse con la iluminación de una ventana.
Una vez las plantas comienzan a espigarse y su tallo se alarga es señal de que necesita luz para producir la energía que le permitirá desarrollarse como una planta adulta. En este caso es recomendable aumentar la cantidad de luz, colocarlas en un lugar con luz más directa y algo de brisa para que aprendan a ser resistentes y fortalezcan el tallo.
Recuerda que las plantas de cannabis necesitan luz solar directa y condiciones ambientales para desarrollarse, crecer y ofrecer buenas cosechas, de lo contrario tendremos plantas poco productivas.
Un riego adecuado
El exceso de agua podría provocar hongos que rápidamente acabarán marchitando nuestras plantas, pero una sequía demasiado duradera también podría acabar con ellas. Un truco muy eficiente para saber cuándo regar las plantas es el de introducir el dedo 3 – 5 centímetros en la tierra, si sale limpio es momento de regar, si sale mojado o lleno de tierra debemos esperar un poco más. Lee aquí cómo mantener un hábito de riego adecuado a las necesidades de la planta en cada fase
Conclusiones
Ten presente estas recomendaciones cuando te embarques en el viaje de montar tu propio cultivo de marihuana en exterior. Hasta los más pequeños ajustes pueden hacer la diferencia: plantar una semana antes o después, regar mucho o poco, etc.
La calidad del sustrato es crucial para el exito de tu cultivo, y uno de los pocos factores sobre los que tienes control al cultivar en exterior.
Conocer los tiempos es clave; una fase vegetativa muy corta puede causar que las plantas florezcan muy pronto, y una fase vegativa muy larga puede prevenir que las plantas terminen su ciclo de florecer muy antes.
La práctica hace al maestro, así que mantén un diario en el que puedas anotar errores y aprendizajes en el camino. Mantenerlos a tu lado te ayudarán a asegurar un próximo cultivo exitoso.
