Si te gusta el cannabis, seguramente te gustaría poder tener tu propio cultivo de marihuana y disfrutar de tus propias cosechas home-made. Esta pequeña introducción te dará una idea general de lo que es tener un cultivo propio y de si dispones de las posibilidades para hacerlo.
¿Qué es la planta de marihuana?
Empezaremos por decir que el Cannabis por más que sea una planta fuerte, que crece y se desarrolla sin darnos mucho trabajo, tenemos que tener en cuenta que si lo que queremos es un resultado de medalla olímpica, pues sí tendremos que invertir tiempo y dinero. El cannabis como su nombre en jerga “weed” lo indica, es una hierba que si no tuviera el mundo en contra, creceria por todas partes así sin más.
Pero al fin y al cabo no es cualquier hierba, esta hierba produce una de las medicinas más potentes del mundo, produce alimentos, materiales de construcción, textiles, biocombustible y muchos otros productos cuando se encuentra en las manos rectas y se usa para el beneficio de la humanidad.
El cannabis puede producir en la misma planta el sexo femenino, el masculino o ser hermafrodita. Aquí nos centraremos en el cultivo del Cannabis hembra. Ya que lo que queremos son jugosas flores para fumarlas, hacer extractos, vaporizarlas, elaborar comida o medicamentos.
¿Entonces cómo podemos asegurarnos de que vamos a cultivar solo cannabis femenino?
¿Cómo asegurar un cultivo de marihuana hembra?
Si lo que tenemos son semillas regulares o sea no feminizadas, tenemos una chance del 50/50 que salga macho o hembra. Por eso lo que buscaremos son semillas feminizadas. A no ser que tengas el espacio y tiempo para plantar semillas regulares y luego cuando las plantas sexan, hacer una selección para eliminar las plantas macho.
Una vez tengamos las semillas de nuestras variedades favoritas ya podemos empezar el proceso de cultivo.
Cómo comenzar un cultivo de marihuana basico
Lo primero que tenemos que hacer antes de empezar un cultivo de cannabis, es germinar las semillas que hemos escogido. Anteriormente hemos escrito una guia detallada de como germinar una semilla de marihuana de manera exitosa, pero en caso tal de que te quieras saltar este artículo, te lo explicamos brevemente a continuación.
Paso 1: Germinar la semilla de marihuana y prepararla para la transplantación
Primeramente colocaremos las semillas dentro un tupper sobre una servilleta bien húmeda empapada con agua, cerramos el tupper y lo guardamos en un cajón a oscuras. Entre 3 a 5 días deberías tener todas tus semillas germinadas y listas para pasarlas al sustrato de cultivo.
La semilla germinada la colocaremos en un pequeño recipiente ( un vaso de plástico ya nos sirve si no queremos comprar mini tiestos ) con el sustrato que más nos guste ( tierra, coco, mix… ) que ya podría venir fertilizado o lo podemos fertilizar nosotros con nutrientes de crecimiento, enraizantes y bacterias beneficiosas para el desarrollo de la planta.
En el sustrato haremos un agujero de medio centímetro de profundidad, colocamos la semilla germinada con cuidado y la cubrimos con el sustrato. La dejaremos creciendo allí en un lugar soleado o iluminado artificialmente para cultivo hasta que tenga unos 7 a 10 cms antes de pasarla al recipiente definitivo o directo al suelo. Este plantin lo mantendremos siempre húmedo, tampoco flotando en agua pero no queremos que el sustrato llegue a secarse mucho, esto ayudará a la primera fase de propagación radicular.
Paso 2: Prepara la tierra o alimento para tu cultivo de cannabis
A todo esto ya tendremos lista la zona de cultivo ya sea en exterior o interior. Lo primero para preparar el trasplante es tener listos los tiestos con el sustrato y los nutrientes necesarios para regar y obtener plantas campeonas.
Cuanto más sustrato usemos, más grande crecerá la planta. Por lo que si cultivamos directamente en el suelo, puede llegar a crecer un árbol de marihuana de 1.5 a 3 metros dependiendo de la genética. Si lo que tenemos son tiestos, la planta crecerá de acuerdo a los litros de sustrato que quepan en cada uno.
Para alimentar a las plantas hay nutrientes indicados para cada fase; crecimiento, prefloración, floración final. Hay muchos productos para complementar la alimentación, así como engorda cogollos, potenciador de resina, lavado de raíces y más.
Se alimenta a la planta de acuerdo a las especificaciones que nos den en los envases de los productos, ni más ni menos, lo mejor es seguir al pie de la letra las cantidades indicadas, así no sobre-alimentaremos ni mataremos de hambre a la planta, ningún extremo nos dará un buen resultado final.
Lo mismo pasa con el riego, ni mucho riego ni poco, hay que darles un buen riego y luego dejar secar bien el sustrato, así la planta trabaja para obtener los recursos que le damos. Esto le permite comer más y mejor, fortaleciendo a la planta en todas sus fases. Por eso es muy importante que la fase de crecimiento salga perfecta siendo esta la base para que se puedan desarrollar en el ciclo final unos cogollos titánicos.
Paso 3: Controla y mide todo a la perfección
Unos datos muy importantes que debemos medir son la temperatura, el PH ( acidez ) y la EC ( electroconductividad ) del agua. Lo mejor es comprar dispositivos digitales para medir esto, ya que estos 3 valores pueden estropear por completo el cultivo si no los cuidamos.
Para regular el PH tenemos liquidos especiales para subirlo o bajarlo, para regular la EC debemos controlar el tipo y dosis de nutrientes añadidos al agua, ya que demasiada EC estresa a las plantas y los nutrientes no son absorbidos correctamente y una EC muy baja “duerme” a las plantas y no comen lo suficiente.
Una vez tengamos el agua de riego a punto con la temperatura, la EC, el PH y nutrientes en armonía y balance, daremos un primer riego abundante y esperaremos a que seque bien y la planta nos de unas primeras señales de que tiene sed y esta señal se puede ver cuando las hojas empiezan a decaer un poco, por eso tampoco nos pasemos en la espera para regarlas o podríamos estresar a las princesas y menguar nuestra producción.
Cabe destacar que no debes añadir nutrientes a cada riego, podemos intercalar un riego con nutrientes y uno sin, o incluso 2 riegos sin nutrientes si vemos que la planta no los necesita. Y sobre todo las 2 semanas antes de la cosecha debemos regar en abundancia solo con agua y algún líquido de lavado para purgar las raíces y la planta, así las flores tendrán un efecto y sabor puros sin un retrosabor desagradable.
Con el tiempo aprenderás a ver que les falta a las plantas, que les sobra, qué les molesta… tu observalas todos los días un buen rato y aprenderás el lenguaje que usa una planta para expresar su estado de salud.
¿Cuando se puede cultivar las plantas de marihuana?
Si lo que haremos será cultivar en exterior, en España se empieza a sembrar en abril/mayo pudiendo demorar hasta junio máximo y se cosecha en septiembre/octubre/noviembre dependiendo de la variedad genética. Esto hablando de plantas fotoperiodicas, ya que las plantas autoflorecientes se pueden cultivar todo el año, pero solo en un clima cálido dan una buena y jugosa productividad.
Si lo que haremos es cultivar en interior, al controlar nosotros el ciclo de luz, podemos plantar en cualquier momento del año. Recuerda que la práctica hace al maestro y los errores son la escalera que lleva a la cima. Cometerás muchos errores durante tu cultivo de marihuana, aunque estés leyendo tutoriales y viendo videos de expertos todo el día. El tiempo, la paciencia, la aplicación y la disciplina es lo que convierte a un cultivador inexperto en un caballero Jedi del autocultivo de cannabis.
Por cierto, este artículo no llega ni al borde de la sombra de lo que es el universo del cultivo cannábico, pero te dará una idea de por dónde van los tiros. Y no te preocupes, que continuaremos otorgándoles artículos para aprender a cultivar como un profesional.
KEEP GROWING, KEEP GRINDING!